Este jueves 08 de febrero a
las nueve cincuenta de la mañana estaba lista para dirigirme a mi segunda y
última clase del día, Investigación social, me fui hacia el salón en compañía de mi amigo
Mateo, quien usualmente me acompaña a esta clase ya que nuestro horario del día
jueves es prácticamente el mismo. Cuando llegamos al aula nos dimos cuenta que
Julián ya estaba ahí, guardando puesto, yo me senté detrás de ellos pues estaba
esperando que llegara Valentina. A los pocos minutos de ya estar cómoda llego
el profesor, el salón aún estaba medio vacío así que el profesor espero unos
minutos mientras las personas empezaban a llegar poco a poco. Cuando por fin el
aula quedó llena el profesor levantó un poco la voz para llamar nuestra
atención y con esto dar por comenzada a la clase.
Para empezar la clase
Sebastián preguntó quién quería darnos a conocer su escrito de la semana número
dos, una niña muy entusiasmada levanto la mano, no la reconocí a simple vista
ya que no es específicamente de mi carrera. El profesor buscó entre sus
mensajes de Twitter el link del blog de dicha muchacha y pidió que alguien lo
leyera, otra chica tuvo el valor de ofrecerse a leer las palabras de su
compañera, todos dispusimos nuestros computadores y aparatos electrónicos para
abrir este mismo link y seguir la lectura. Cuando la niña empezó a leer la
lectura pasó algo extraño, la verdad yo no estaba muy atenta pues me puse a
hablar de algún otro tema con mi compañera de al lado, pero escuché cuando el
profesor dijo que la lectura que estaban leyendo no era de la niña que había
levantado la mano desde un principio, por esta razón el profesor tuvo que
devolverse a sus mensajes y buscar el link que si pertenecía a la chica. En su
relatoría ella contaba los detalles de la clase anterior, algunos de ellos ni
yo los recordaba.
Finalizada la lectura de
nuestra compañera, el profesor pidió otro voluntario que quisiera que sus
palabras fueran leídas, esta vez fue un escrito algo simpático, el cual yo ya
conocía anteriormente gracias a un trino
del profesor. En su escrito ella mencionaba algo que yo también mencioné en el
mío, fue sobre el pequeño “desliz” que tuvo el profesor en su voz durante la explicación
de la clase pasada, a todos nos hizo mucha gracia el modo en que esta muchacha
lo contó.
Finalizada la actividad de
la lectura, el profesor pasó a explicar un nuevo tema, bueno, nuevo para
algunos y para otros no mucho, se trata sobre la investigación cualitativa y
cuantitativa. Primero para entrar el calor Sebastián pregunto si alguien sabía
algo acerca de este tema, varios levantaron la mano, entonces el empezó a hacer
preguntas tales como ¿Qué es la investigación cualitativa?, ¿Cuál es la diferencia
entre investigación cuantitativa y cualitativa?, entre muchas otras.
La mayoría de las personas
respondieron bien a estas preguntas aunque el profesor decidió que tal vez esto
no era suficiente por esta razón nos puso un ejercicio el cual consistía en
realizar algunas diapositivas con cinco o seis diferencias entre estos dos
tipos de investigación. La actividad se realizó en parejas o en tríos, aunque
el profesor dijo que no le gustaban mucho los tríos, obviamente este inocente
comentario causó la risa de más de una persona en el salón de clase. Cuando
fuimos a hacer el ejercicio con mi compañera resultó que ella ya lo había
realizado en una clase anterior pues ella ya había visto una materia con
Sebastián en primer semestre, recuerdo cuando me comentó su anécdota sobre una electiva
en la cual él era el profesor, aunque no le puse mucha atención al nombre pues
esta conversación la tuvimos el primer día de clase y para completar ella
estudia periodismo mientras yo estudio audiovisual por esto pensé que indiferentemente
de la electiva que fuera nunca iba a pasar por mi mente inscribirla.
Cuando empezamos a realizar
las diapositivas decidimos borrar algunos de los datos de las diapositivas anteriormente
hechas y diseñar unas nuevas con nueva información y nuevas imágenes, sentí que
tal vez teníamos una ventaja como equipo pues ella conocía bien el tema con
anterioridad, seguramente muchas de las personas presentes en el aula también
tenían la misma situación de nosotras.
Cuando empezamos a buscar la
información para poner en las diapositivas el profesor me llamo, recuerdo que
me pareció bastante extraño porque no me imaginé cual podría ser la razón de su
llamado, me levante de mi silla y fui hacia el escritorio del profesor, cuando
llegué ahí el profesor me informo sobre las exposiciones y como para variar yo
iba a ser la primera en exponer, toda mi vida he sido la primera para presentar
trabajos ya que mi apellido comienza por la letra “a” y esta seguido por la
“c”, al parecer no hay nadie que tenga un apellido con una combinación la cual
permita que yo quede de segunda en la lista, de todas formas siento que al
pasar de los años me he ido acostumbrando, después de todo llego casi 13 años
con esta misma situación. Sebastián también me dijo que esta exposición podía
ser con tres compañeros más y que le debía dar los nombres ahí, la verdad no
tenía ni idea de con quien hacerme pues aunque tengo varios amigos en esta
clase son más de tres y si decía el nombre de tres de ellos uno quedaría solo,
por esta razón preferí decirle al profesor que iba a preguntarles y en contados
minutos le daría el nombre de mis tres compañeros de exposición. Cuando llegue
a preguntarles dos de ellos me dijeron que se haría conmigo y los otros dos
decidieron acompañarse uno al otro, no fue ninguna sorpresa para mí, sabía que
eso iba a pasar y sabia quienes no se harían conmigo, me atrevería a decir que
he llegado a conocerlos. Bueno empezamos a pensar quien sería el tercer
integrante del grupo pero en realidad no encontramos a nadie, por esta razón
decidimos preguntarle al profesor cuales serían las posibilidades de quedarnos
los cinco como grupo, el profesor nos dio un visto positivo para esto, aunque
puso una condición, la exposición debía de contar con una actividad complementaria.
No nos pareció difícil, entonces decidimos aceptar la condición y hacerla de
todos modos.
Ya para finalizar la clase
el profe pidió que un representante de cada grupo pasara al tablero y
escribiera una de las diferencias anotadas anteriormente en las diapositivas,
yo tenía mucha pereza de pasar, creo que la razón era que la clase ya casi
llegaba a su fin. De esta manera fueron pasando uno en uno varios de mis
compañeros y socializando una parte de su trabajo, el profesor también pidió no ser “envidiosos” y pasar el marcador no solo a los de
nuestra carrera si no que a todos por igual, la gente pasaba y pasaba, yo los
miraba desde mi puesto hasta que al final el profesor dio por terminada la
clase y yo me “salve” de pasar al tablero, me sentí aliviada porque aunque pasar al
tablero no era mayor cosa yo no quería hacerlo en esa oportunidad.
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