miércoles, 14 de febrero de 2018

Semana 3

Este jueves 08 de febrero a las nueve cincuenta de la mañana estaba lista para dirigirme a mi segunda y última clase del día, Investigación social,  me fui hacia el salón en compañía de mi amigo Mateo, quien usualmente me acompaña a esta clase ya que nuestro horario del día jueves es prácticamente el mismo. Cuando llegamos al aula nos dimos cuenta que Julián ya estaba ahí, guardando puesto, yo me senté detrás de ellos pues estaba esperando que llegara Valentina. A los pocos minutos de ya estar cómoda llego el profesor, el salón aún estaba medio vacío así que el profesor espero unos minutos mientras las personas empezaban a llegar poco a poco. Cuando por fin el aula quedó llena el profesor levantó un poco la voz para llamar nuestra atención y con esto dar por comenzada a la clase.
Para empezar la clase Sebastián preguntó quién quería darnos a conocer su escrito de la semana número dos, una niña muy entusiasmada levanto la mano, no la reconocí a simple vista ya que no es específicamente de mi carrera. El profesor buscó entre sus mensajes de Twitter el link del blog de dicha muchacha y pidió que alguien lo leyera, otra chica tuvo el valor de ofrecerse a leer las palabras de su compañera, todos dispusimos nuestros computadores y aparatos electrónicos para abrir este mismo link y seguir la lectura. Cuando la niña empezó a leer la lectura pasó algo extraño, la verdad yo no estaba muy atenta pues me puse a hablar de algún otro tema con mi compañera de al lado, pero escuché cuando el profesor dijo que la lectura que estaban leyendo no era de la niña que había levantado la mano desde un principio, por esta razón el profesor tuvo que devolverse a sus mensajes y buscar el link que si pertenecía a la chica. En su relatoría ella contaba los detalles de la clase anterior, algunos de ellos ni yo los recordaba.
Finalizada la lectura de nuestra compañera, el profesor pidió otro voluntario que quisiera que sus palabras fueran leídas, esta vez fue un escrito algo simpático, el cual yo ya conocía anteriormente gracias a un trino del profesor. En su escrito ella mencionaba algo que yo también mencioné en el mío, fue sobre el pequeño “desliz” que tuvo el profesor en su voz durante la explicación de la clase pasada, a todos nos hizo mucha gracia el modo en que esta muchacha lo contó.
Finalizada la actividad de la lectura, el profesor pasó a explicar un nuevo tema, bueno, nuevo para algunos y para otros no mucho, se trata sobre la investigación cualitativa y cuantitativa. Primero para entrar el calor Sebastián pregunto si alguien sabía algo acerca de este tema, varios levantaron la mano, entonces el empezó a hacer preguntas tales como ¿Qué es la investigación cualitativa?, ¿Cuál es la diferencia entre investigación cuantitativa y cualitativa?, entre muchas otras.
La mayoría de las personas respondieron bien a estas preguntas aunque el profesor decidió que tal vez esto no era suficiente por esta razón nos puso un ejercicio el cual consistía en realizar algunas diapositivas con cinco o seis diferencias entre estos dos tipos de investigación. La actividad se realizó en parejas o en tríos, aunque el profesor dijo que no le gustaban mucho los tríos, obviamente este inocente comentario causó la risa de más de una persona en el salón de clase. Cuando fuimos a hacer el ejercicio con mi compañera resultó que ella ya lo había realizado en una clase anterior pues ella ya había visto una materia con Sebastián en primer semestre, recuerdo cuando me comentó su anécdota sobre una electiva en la cual él era el profesor, aunque no le puse mucha atención al nombre pues esta conversación la tuvimos el primer día de clase y para completar ella estudia periodismo mientras yo estudio audiovisual por esto pensé que indiferentemente de la electiva que fuera nunca iba a pasar por mi mente inscribirla.
Cuando empezamos a realizar las diapositivas decidimos borrar algunos de los datos de las diapositivas anteriormente hechas y diseñar unas nuevas con nueva información y nuevas imágenes, sentí que tal vez teníamos una ventaja como equipo pues ella conocía bien el tema con anterioridad, seguramente muchas de las personas presentes en el aula también tenían la misma situación de nosotras.
Cuando empezamos a buscar la información para poner en las diapositivas el profesor me llamo, recuerdo que me pareció bastante extraño porque no me imaginé cual podría ser la razón de su llamado, me levante de mi silla y fui hacia el escritorio del profesor, cuando llegué ahí el profesor me informo sobre las exposiciones y como para variar yo iba a ser la primera en exponer, toda mi vida he sido la primera para presentar trabajos ya que mi apellido comienza por la letra “a” y esta seguido por la “c”, al parecer no hay nadie que tenga un apellido con una combinación la cual permita que yo quede de segunda en la lista, de todas formas siento que al pasar de los años me he ido acostumbrando, después de todo llego casi 13 años con esta misma situación. Sebastián también me dijo que esta exposición podía ser con tres compañeros más y que le debía dar los nombres ahí, la verdad no tenía ni idea de con quien hacerme pues aunque tengo varios amigos en esta clase son más de tres y si decía el nombre de tres de ellos uno quedaría solo, por esta razón preferí decirle al profesor que iba a preguntarles y en contados minutos le daría el nombre de mis tres compañeros de exposición. Cuando llegue a preguntarles dos de ellos me dijeron que se haría conmigo y los otros dos decidieron acompañarse uno al otro, no fue ninguna sorpresa para mí, sabía que eso iba a pasar y sabia quienes no se harían conmigo, me atrevería a decir que he llegado a conocerlos. Bueno empezamos a pensar quien sería el tercer integrante del grupo pero en realidad no encontramos a nadie, por esta razón decidimos preguntarle al profesor cuales serían las posibilidades de quedarnos los cinco como grupo, el profesor nos dio un visto positivo para esto, aunque puso una condición, la exposición debía de contar con una actividad complementaria. No nos pareció difícil, entonces decidimos aceptar la condición y hacerla de todos modos.

Ya para finalizar la clase el profe pidió que un representante de cada grupo pasara al tablero y escribiera una de las diferencias anotadas anteriormente en las diapositivas, yo tenía mucha pereza de pasar, creo que la razón era que la clase ya casi llegaba a su fin. De esta manera fueron pasando uno en uno varios de mis compañeros y socializando una parte de su trabajo, el profesor también pidió no ser “envidiosos” y pasar el marcador no solo a los de nuestra carrera si no que a todos por igual, la gente pasaba y pasaba, yo los miraba desde mi puesto hasta que al final el profesor dio por terminada la clase y yo me “salve” de pasar al tablero, me sentí aliviada porque aunque pasar al tablero no era mayor cosa yo no quería hacerlo en esa oportunidad.

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