miércoles, 21 de febrero de 2018

Semana 4


La clase de este Jueves empezó como cualquier otra clase, aunque para mí no era como cualquier clase, pues esta vez algo cambiaba, yo tenía que exponer, creo que todos en algún punto sentimos ese nerviosismo de tener que pasar frente a sus compañeros a exponer, creo que aun teniendo pleno conocimiento del tema siempre hay cierto nivel de nerviosismo ya que cualquier error puede significar la burla del público o aun peor no lograr llamar su atención.

Pensando en esto creo que de verdad admiro mucho a los profesores y a todos los que se atreven a dar charlas en público ya que básicamente viven de hablarle a un determinado número de personas, supongo que debe ser la práctica, pero aún así en ocasiones me pongo a pensar si en algún momento tuvieron nervios para presentarse o tuvieron algún error en sus presentaciones, yo supongo que, si porque claro nadie es perfecto, aun así, eso no me quita la admiración que siento por ellos.

Bueno la clase comenzó como todas, una breve lectura de las bitácoras de la clase anterior, entre ellas estaba la bitácora de una de las hermanas Angulo, se preguntarán porque no digo el nombre, bueno pues es porque, aunque llevo cuatro semestres estudiando la misma carrera de ellas aún no logro distinguirlas puesto que son gemelas, sé que una se llama Diana ya que yo me llamo igual y la otra se llama Lucia, sin embargo, no sé porque es tan difícil para mí. Bueno volviendo al tema, recuerdo que esta bitácora me pareció especialmente particular ya que ella literalmente escribió en su bitácora que esperaba que Cobos la leyera así que se había esmerado mucho en escribirla, cuidando cada detalle, pensé que es algo que yo también hago, aunque nunca lo he escrito en una bitácora, hay bitácoras que hago con más dedicación que otras, de lo que en ocasiones me arrepiento ya que pienso que preciso el día que no escriba bien una bitácora ese día el profesor seleccionara mi bitácora para leerla. En este momento ocurrió algo que le causo gracia a la mayoría del salón, Cobos le pidió a una niña llamada Gretel que leyera una bitácora y cuando ella se dispuso para leerla entre cerro los ojos y leyó con dificultad, claro para todos era evidente que tenía algún problema en los ojos y que necesitaba lentes o gafas, pero lo que nadie esperaba era que le pidiera un par de gafas a su amiga, quien estaba al lado de ella, fue impactante y debo admitir que un poco raro ya que las probabilidades de que tengan el mismo problema de visión son muy pocas, aunque claro pueden haber excepciones, creo que pensé eso por un rato y luego ya volví al tema de la clase.

Al pasar todas estas bitácoras el profesor nos indicó que ya podíamos empezar con las exposiciones, mi grupo era el primero, ya estoy acostumbrado a que esto suceda debido a que mi apellido comienza por A y desde que tengo memoria he sido la primera, así que, aunque a muchos les parezca que debe ser horrible ser la primera de la lista pues creo que yo ya me acostumbré. Finalmente, mis compañeros y yo pasamos a exponer, en principio le dije a mi amiga Valentina que nos presentara, pero ella estaba nerviosa y además no se sabia muy bien los nombres de nuestros demás compañeros, así que decidí pasar y presentarnos, en ese momento sufrí de un pequeño colapso que solvente rapídamente, lo que pasó fue que aun siendo compañera de mucho tiempo de ellos cuando fui a decir el nombre de mi amigo Mateo me confundí y en vez de decir su primer apellido dije el segundo claro que después trate de corregirme pero estaba pensando en cual era su apellido así que me quede pensándolo por un segundo y estando frente a tantas personas pensé que sería muy notorio pero en realidad no. Después de esto por fin inicie la exposición, era sobre etnografía y ya cada uno sabia que decir, yo tenia que decir la primera parte que trataba sobre la etnografía y sus características y luego seguía Valentina y luego mis demás compañeros, debo admitir que el que más me impresiono fue mi compañero Julián pues hablaba con una naturalidad increíble creo que de verdad tiene mucho talento para las exposiciones, se veía que manejaba el tema a la perfección, En conclusión siento que nuestra exposición es muy buena, después de eso el profesor de todas maneras trato de dejar aun más claro el tema y por ultimo procedimos a presentar un Kahoot que teníamos preparado, los tres primeros ganaban y podían elegir el premio que quisieran, en esta oportunidad teníamos diferentes golosinas. Al terminar nuestra exposición siguió otro grupo a exponer, ellos también exponían algo relacionado a la etnografía, pero era la etnografía, pero esta era etnografía virtual, también fue bastante interesante de leer.

Al terminar con estas exposiciones y para dar finalidad a la clase el profesor nos contó una pequeña anécdota personal que creo que todos recordaremos, es una anécdota que nos enseña como ser verdaderos investigadores, la premisa de esta historia fue “a donde fueres haz lo vieres” nos contó sobre una vez que tenia que hacer una investigación en Santander y de como tuvo que aceptar comer un plato extravagante pero típico de la región llamado “pipitoria” o “chanfaina” como se le conoce aquí en Cundinamarca, al parecer al profesor no le gusto mucho este plato aunque decidió aceptarlo ya que no aceptarlo será visto como un desplante hacia las amables personas que se habían ofrecido a ayudarlo y que hasta le habían ofrecido un plato de comida. Lo que esta historia nos enseña es que en ocasiones para ser buenos investigadores debemos despegarnos un poco de las comodidades y los prejuicios para poder explorar realmente todo sobre el lugar a donde vamos. En ese momento pensé que el profesor de verdad es un buen investigador porque siento que soy una persona un poco fastidiosa a la hora de comer, hay diversas cosas que no me gustan y creo que de estar en su lugar no habría sido capaz de aceptar ese extravagante plato, lo que habría significado una situación un poco bochornosa, pero peor aún habría significado que probablemente la gente que estaba en ese lugar habría pensado lo peor de mí, tal vez que era una niña prejuiciosa y consentida que no sabe de buena comida, lo que me dificultaría mucho cualquier investigación que estuviese haciendo en el lugar, creo que si vamos a ir a un lugar desconocido es imperativo tener la ayuda de una persona local, esto facilita mucho las cosas y para eso tenemos que ganarnos su confianza cosa que en mi opinión es muy difícil. Esta clase me dejo una importante reflexión sobre lo que es de verdad una investigación.

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